Si has llegado hasta aquí es porque estás desesperada con tu hijo o hija adolescente (igual que me pasó a mi cuando tenía mis 2 hijos adolescentes, chica y chico). Hoy tenemos una relación de madre e hijos muy bonita, me siento muy feliz y por eso se que este contenido te aportará mucho valor.
A lo largo de estas líneas, realizaré un recorrido por lo que puedes estar sintiendo al atravesar la adolescencia de tus hijos, y también te proporcionaré algunas de las claves para llevar esta situación tan difícil de manera más armónica.
La impotencia como madre es tan intensa, que te llegas a sentir perdida, literalmente perdida y desolada. Te sientes perdida y vacia por dentro.
Te sientes sola, triste, desconcertada. No entiendes porque hasta hace poco tú eras la mejor madre del mundo para tu hijo/a, y hoy eres su enemiga número uno.
Buscas constantemente un porque, una explicación a lo que está ocurriendo con tu niño/a (porque para ti siempre será tu niño/a) y te haces miles de preguntas para las que no encuentras respuestas claras.
Te parece estar viviendo una auténtica pesadilla de la que no puedes despertar.
Sientes que has fracasado como madre. No dejas de darle vueltas a lo que has hecho mal, o te castigas pensando en si podrías haber hecho algo diferente para evitar esta situación.
Te resulta imposible comunicarte tranquilamente con tu hijo/a, y en ocasiones hasta pierdes los nervios y te pones a su nivel, formando con esto toda una tempestad en casa, (tu hijo/a rebelde y tu desquiciada de los nervios).
Se que en ocasiones lloras a solas de desespero, porque no sabes que le pasa a tu niño/a y no entiendes porque se comporta con tanta rebeldía contigo.
Tienes la sensación de que tu vida se está desmoronando.
Seguramente hasta hayas pedido ayuda psicológica para ti y/o para tu hijo/a, pero sientes que la ayuda se queda corta, porque solo tu sabes la verdadera situación que se vive en casa, y ahora mismo sientes que ya no puedes más.
Estas son algunas de las cosas que te pueden estar pasando, pero sea cual sea tu situación, todo esto genera muchísima angustia y sufrimiento para la familia. Que puede agravarse si caemos en algunos errores a la hora de gestionar la convivencia con un adolescente en casa.
Por eso, te quiero ayudar para que no caigas en ellos, y darte algunas claves para que puedas ayudar y acompañar a tu hijo/a en esta etapa tan difícil para ellos.
Sé que quieres recuperar la relación con tu hijo/a, y que todo vuelva a la normalidad. Pero cuando llega la adolescencia, los chicos atraviesan una etapa muy dura para ellos, porque están en un periodo de desarrollo biológico, psicológico, sexual y social, con sus diferentes fases que necesariamente tendrán que atravesar para dejar de ser niños y pasar a ser adultos.
Cada joven tiene su propio ritmo durante este proceso. No se vivencia de la misma forma ni dura el mismo tiempo para todos. Así que evita comparar a tu hijo/a con otros.
Seguramente sea una de las cosas que más te cuesta aceptar en este momento, y mas si en la infancia habéis tenido una relación bonita y de confianza. No te preocupes que una vez que pase la adolescencia si lo sabes apoyar, recuperaras la relación con tu hijo/a.
(Te hablo desde la experiencia como madre)
Lo mismo me preguntaba yo cuando estaba en tu situación, y una vez oí una frase que me ayudó mucho y que desde entonces se me quedó grabada en el corazón, la frase es: Cuando menos amor merecen es cuando más necesitan.
Tal vez en este momento la frase que te acabo de compartir no tenga mucho sentido para ti, porque hay momentos en los que se comportan de manera insoportables, pues es ahí justamente en ese momento que tu hijo/a más te necesita, ten mucha paciencia, piensa que si tu como madre no aguantas esta tormenta con el… ¡Entonces quien lo va hacer!
Seguramente te estas diciendo ahora mismo ¡mas paciencia!, yo te digo mi querida madre y amiga que siempre se puede dar un poco más.
Cuando tu hijo de dice te odio, no me hables, déjame en paz, vete de mi cuarto… En verdad te está diciendo mamá estoy asustado, no me dejes solo por favor.
No te enfrentes a él piensa que es como un torbellino que cuando viene lo mejor es apartarte y dejarlo pasar para que no te lleve por delante, tu hijo/a lo está pasando muy mal en este momento y el mundo para ellos es un torbellino de emociones, paciencia y más paciencia.
Cada vez que se ponga rebelde y te hable mal, evita ponerte a su altura, más bien respira profundo y piensa que solo esta asustado/a, y cuando se calme explícale cómo te sientes ante lo que ha ocurrido, “sin juzgarlo/a” solo como reflexión.
Querida madre se que en este momento tú y tu hijo/a lo estáis pasando muy mal, por eso te acabo de compartir algunas de las muchas cosas que he tenido que aprender para entender y apoyar a mis hijos, espero de todo corazón que te sirva de algo mi experiencia.
Sé que todo esto es muchísimo más fácil decirlo que hacerlo, y sientes que es demasiado para ti sola, busca la ayuda que mereces de un profesional.
Y si deseas que os acompañe a ti y a tu hijo/a, puedes contactar conmigo.
Toma mi mano yo te voy a apoyar desde el corazón y la experiencia
Lucy Arredondo
Facilitadora en procesos de cambio con PNL